Después de muchos años de ser docente, de estar en la facultad, de conversar con alumnos y profesores… o sea, luego de muchos años de dudar y convencerme de que cada día tengo menos cosas seguras, me parece que nada que pueda proponer para pensar tiene el carácter de algo final, de cosa juzgada.
Por eso es que se me ocurre poner una cantidad de
pautas para ser consideradas como bases para poner en una clase (de matemática
en principio, pero son fácilmente adaptables a otras situaciones similares) en
el momento de empezar un curso. Y como yo las he adoptado desde hace tiempo,
quiero compartirlas.
Estas son las reglas del juego:
–Es nuestra responsabilidad (la de los docentes)
transmitir ideas en forma clara y gradual. Lo que necesitamos de ustedes (de
usted, si prefiere) es que estudie y que piense.
–Ustedes (los alumnos) nos importan. Estamos/estoy acá
específicamente para ayudarlos a aprender.
–Pregunten. No todos tenemos los mismos tiempos para
entender. Ni siquiera somos iguales a nosotros mismos todos los días.
–La tarea del docente consiste –prioritariamente– en
generar preguntas. Es insatisfactorio su desempeño si sólo colabora para
mostrar respuestas.
–No nos interesan las competencias estériles: nadie es
mejor persona porque entienda algo, ni porque haya entendido más rápido.
Valoramos el esfuerzo que cada uno pone para comprender.
–(Esta vale sólo para el ámbito universitario.) En
esta materia no hay trabas burocráticas. En principio, toda pregunta que
empiece con:
“Como yo no rendí todavía Matemática 2 en el CBC….”, o
“Como yo todavía no aprobé Historia de la Ciencia…”, o
“Como yo todavía no hice el secundario…” , o
“Como yo todavía no me inscribí…”, etc.,
y que concluya: “¿Puedo cursar esta materia?”… tiene
por respuesta:
“¡¡¡SI!!!”
–Pongamos entusiasmo.
–La teoría está al servicio de la práctica. Este curso
consiste en que uno aprenda a pensar cómo plantear y resolver cierto tipo de
problemas.
–No se someta a la autoridad académica supuesta del
docente. Si no entiende, pregunte, porfíe, discuta… hasta entender. (O hasta
hacernos notar que los que no entendemos somos nosotros, los docentes.)
¿Cómo estudiar?
a) La primera recomendación es: tome la práctica y
trate de resolver los ejercicios. Si se da por vencido con uno o simplemente no
sabe una definición, lea la teoría y vuelva a intentar tratando de razonar por
analogía. Evite estudiar primero y enfrentarse después con la práctica.
b) Trate de entender qué significa cada enunciado
propuesto, ya sea de un ejercicio o un resultado teórico.
c) Trate de fabricar ejemplos usted… ¡muchos ejemplos!
Es una buena manera de verificar que el tema se ha comprendido.
d) Dedique una buena dosis de tiempo a pensar. Ayuda…
y es muy saludable.
Adrían Paenza
Publicado en El cohete a la luna
jul 26, 2020
Sos una genia! admirable tu trabajo!
ResponderEliminarSúper todo lo que hacés! nos ayudas a un montón de alumnos, muchas gracias :)
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